Asentamiento romano en llano situado en el borde de una terraza sobre la vega del río. Se delimita con la pendiente natural del espolón, excepto por el lado norte donde, según datos de la ficha de Inventario Arqueológico de Castilla y León redactada en el año 2000: "(...) en la zona que se une con el resto de la terraza se ve hoy día una pequeña vaguada artificial que son los restos de un antiguo foso que seguramente está colmatado por la erosión. En la superficie aparecen abundantes restos de cerámica común romana y tégulas (...)". Por otro lado, Tomás Mañanes señala que "La planta es rectangular, alargada en dirección N.-S. De la muralla se percibe un largo amontonamiento de piedra por el este. No se nota foso ya que pudo haber sido rellenado, dado que está siendo cultivado. Únicamente la parte Sur tiene como defensa la pendiente". Además, indica que en el pueblo se dice que en este lugar hubo un convento y recoge el hallazgo en prospección de un fragmento de molino circular de granito, y algunos fragmentos de tégula.

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